YESOS Y FERULAS
Los yesos y las férulas pueden parecer una molestia, pero son una
parte fundamental del proceso curativo. Para que funcionen correctamente (e
impedir que se prolongue dicho período), necesitan unos cuidados adecuados.
Aquí encontrarás información interesante sobre los yesos, así como
algunos consejos para cuidar el yeso hasta que llegue el momento de
extraerlo.
TIPOS DE YESOS Y DE FÉRULAS
Todos los yesos y férulas tienen básicamente la misma finalidad:
·
Impiden que se muevan los huesos
fracturados o lesionados a fin de que puedan curarse adecuadamente.
·
Sujetan los músculos de las
extremidades lesionadas para reducir el dolor y la inflamación.
Las diferencias entre un yeso y una férula residen en el material que se
utiliza para fabricarlos y en el motivo por el que se utiliza cada una de
ellos.
Los médicos utilizan las férulas en las fracturas de poca importancia y
cuando el área que hay alrededor de la lesión de un hueso recién fracturado
está inflamada. Cuando hay inflamación, la férula va mejor que el yeso porque
éste último puede quedar demasiado apretado y repercutir sobre la circulación
del paciente.
Los médicos suelen sustituir la férula por un yeso cuando remite la
inflamación. El vendaje del yeso, más duro y compacto, proporciona más
protección durante el tiempo que tarda en soldarse un hueso fracturado.
Yesos
·
Yeso mate. Es posible que hayas utilizado
este material en algún trabajo de plástica realizado en tu centro de estudios.
Se trata de un polvo blanco y pesado, que se mezcla con agua para formar una
pasta espesa que se endurece con rapidez. Los yesos de mate son más pesados que
los de fibra de vidrio y se pueden empezar a deshacer cuando se mojan.
·
Fibra de vidrio. Este tipo de plástico moldeable
se puede encontrar en muchos colores diferentes. Los vendajes de fibra de
vidrio son más ligeros y más frescos que los de yeso. La capa externa de la
fibra de vidrio es impermeable, pero la capa interna no lo es, aunque es posible
obtener un forro impermeable en los yesos de fibra de vidrio. El médico o el
técnico que le ponga el yeso a su hijo decidirá si es o no adecuado colocarle
este tipo de forro.
Si la persona necesita un yeso que discurre alrededor del pie, los
médicos pueden utilizar una "bota ambulatoria", provista de taco.
Férulas
Una férula viene a ser un yeso parcial, un fragmento de material
duro que se mantiene en su sitio con un vendaje elástico o unas tiras de
velcro. Al igual que los yesos, las férulas suelen tener una capa interna de
algodón. La capa externa de una férula puede estar fabricada con los mismos
materiales que un yeso o puede tratarse de una pieza prefabricada de metal o
plástico duro rodeado de un tejido resistente.
¿Cómo se colocan los yesos y las férulas?
Si necesitas que te pongan un yeso, he
aquí lo que puedes esperar:
·
En primer lugar, el médico o el técnico
en vendajes envuelve el área lesionada con varias capas de algodón suave. Esta
será la capa interna de del yeso.
·
Luego, se sumerge en agua el yeso o la
fibra de vidrio que formará la capa externa del yeso.
·
El médico o el técnico en vendajes
envuelve la primera capa blanda con el yeso o la fibra de vidrio. Al principio,
estos materiales estarán mojados, pero se secarán con rapidez para formar una
cubierta protectora y dura.
·
A veces, los médicos hacen pequeños
cortes en los costados del vendaje para dejar espacio a la inflamación.
El proceso es similar cuando se coloca
una férula:
·
El médico o el técnico en vendajes
empieza colocando una capa de algodón sobre el área lesionada.
·
A continuación, coloca la férula sobre
el algodón. La férula ya estará dura, de modo que no tendrá que secarse, como
ocurre en el caso del yeso.
·
Posteriormente, el técnico o el médico
envolverá la férula con una venda elástica o, en el caso de que utilice una
férula prefabricada, utilizará las correas de velcro para sujetar la férula en
su lugar.
·
Si el médico considera adecuado extraer
la férula, es posible que los de instrucciones, a ti y a tus padres, sobre cómo
hacerlo en tu casa.
Cuando
te coloquen un yeso o una férula, es posible que el médico te diga que
mantengas en alto la extremidad afectada lo máximo que puedas durante los
primeros días. Esto ayuda a reducir la inflamación. Y,
si utilizas una "bota ambulatoria" provista de taco, deberás evitar
andar hasta que el yeso o la fibra de vidrio estén completamente secos.
Los yesos y las férulas necesitan
mantenerse en buena forma para desempeñar su función y permitir que los huesos
se curen como deberían.
Sigue estos consejos para ayudar a que
tu yeso o tu férula se mantenga lo más cómoda y resistente posible durante todo
el tiempo que has de llevarla:
·
Mantenla
seca. La mayoría de
los yesos y férulas no son impermeables, por lo que es muy importante
asegurarse de que no se mojen. Esto es especialmente cierto para los yesos
fabricadas con yeso mate. Los yesos y las férulas que se humedecen o mojan
pueden perder su forma original y es posible que en tales circunstancias no
puedan ofrecer el sostén necesario a la extremidad afectada. Si se humedece la
capa interna de algodón, es posible que se desarrollen erupciones o infecciones
dentro del yeso. Para bañarte o ducharte, deberás cubrirte el yeso o la férula
con una bolsa de plástico o con una funda especial impermeable. Si se te moja
el yeso, ponte en contacto con tu médico inmediatamente.
·
No
te introduzcas ningún objeto dentro de vendaje. Si la piel cubierta por el yeso te empieza a
picar, no te la intentes rascar con nada, como un perchero o un lapiz. Estos
objetos se podrían quedar pegados en el interior del yeso. Además, el hecho de
rascarse la piel cubierta por el yeso puede provocar infecciones. No te
apliques lociones ni aceites sobre esta piel, ya que podrías humedecer la capa
interna y provocarte erupciones. La mejor forma de aliviar la picazón es
utilizar un secador de pelo, regularlo al modo de aire frío y emplearlo para
introducir aire dentro del yeso.
·
Comprueba
si se agrieta. Inspecciona el
yeso con regularidad a fin de detectar posibles grietas o roturas. Si detectas
una, ponte en contacto con el médico lo antes posible: una grieta puede indicar
que el yeso no está funcionando como debería. Informa también al médico si
alguien te golpea o aplasta el yeso o si detectas una zona más frágil o blanda
que el resto. En muchos casos, los técnicos en vendajes pueden hacer
reparaciones sencillas en los yesos sin tenerlos que cambiar.
·
Está
alerta de posibles problemas. Si notas que el yeso hace que los dedos de las manos o de los pies
se te adormezcan, te hormigueen, pierdan la sensibilidad y/o se te pongan de
color azul, blanco o morado, cuéntaselo a tus padres o al personal de la
enfermería de tu centro de estudios para que se pongan en contacto con tu
médico de inmediato. Si el yeso te aprieta demasiado, el médico te lo querrá
cambiar. Informa también a tus padres, a tu profesor o a la enfermería de tu
centro de estudios si la extremidad afectada se te empieza a inflamar o si la
piel que hay alrededor de los bordes del yeso se enrojece o se pone en carne
viva.
·
No
alteres el yeso. No pasa nada si
tus amigos y familiares escriben o dibujan cosas en tu yeso (los rotuladores
permanentes son los que van mejor). Pero no caigas en la tentación de arrancar
partes del yeso o de tirar de la capa de algodón que recubre su interior. Estas
conductas podrían repercutir negativamente sobre el proceso curativo.
Signos de posibles problemas
Ponte en contacto con tu médico si percibes cualquiera de los siguientes
signos o síntomas:
·
fiebre
·
dolor en aumento que no remite con
hielo, elevación de la extremidad y/o analgésicos (medicamentos para aliviar el
dolor)
·
estrechez extrema del yeso que conlleva
adormecimiento, hormigueo y/o insensibilidad en manos o pies
·
pérdida de la capacidad de movimiento
en los dedos de manos o pies
·
ampollas, erupciones o áreas en carne
viva en la piel cubierta por el yeso o que hay alrededor de la misma
·
olor fuera de lo común o supuración
procedente del interior del yeso
¿Cómo se extrae un yeso?
Cuando le extremidad se haya curado por completo, tu médico te dará el
visto bueno y un técnico en vendajes o él mismo te extraerá el yeso utilizando
una sierra especial. La hoja de la sierra es completamente roma. Son sus
vibraciones las que permiten romper el yeso, de modo que la sierra no puede
hacerte daño en la piel. No intentes nunca extraerte el yeso. Podrías acabar
volviéndote a lesionar (y necesitando un yeso nuevo cuando creías que ya te
habías curado).
Es posible que la piel cubierta por el yeso tenga un aspecto extraño.
Puede estar seca, cubierta de escamas y/o pálida y el pelo que la cubre
parecerá más oscuro y recio de lo normal. Tus músculos estarán más pequeños y
más débiles que antes. Se trata de algo completamente normal y de carácter
temporal.
Necesitarás tomarte las cosas con calma durante un tiempo y tal vez
hacer algunos ejercicios para volver a tener la extremidad lesionada en plena
forma, pero no tendrá que pasar mucho tiempo para que puedas retomar todas las
actividades que solías practicar.
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